Análisis de las mordeduras de perros en Chile 


Carmen Luz Barrios, Carlos Bustos López, Carlos Pavletic, Alonso Parra, Macarena Vidal, Jonathan Bowen, Jaume Fatjó (2021)

 

 

Un problema de gran relevancia en salud pública son las mordeduras de animales, específicamente las producidas por perros. Estos eventos son relativamente frecuentes y producen diversas consecuencias a las personas que las sufren: lesiones tanto físicas comopsicológicascon sus consiguientes secuelas, infecciones, riesgo de transmisión de enfermedades (zoonosis), cirugía, entre otras. En muchos casos estas consecuencias, además, tienen importantes costos para el sistema de salud y para los propios afectados. 

 

En 2021, la Dra. Carmen Luz Barrios y su equipo, publicaron un artículo en la revista Animals, en el que analizaron los registros de mordeduras de las personas que acudieron a los servicios de salud del sistema público de Chile entre el 17 de septiembre de 2017 y el 17 de septiembre de 2018.   
 

Análisis de la región en la que ocurre el ataque  

La publicación utilizólos datos disponibles a través del Ministerio de Salud de Chile, los cualescontemplabanlos casos registrados a lo largodel territorio nacional, separado por regiones (15 regiones al momento del estudio). LaRegión Metropolitana reportó el mayor porcentaje de casos de mordeduras (29.25%), seguida por la Región de Valparaíso (29.22%).

 

Estas dos regiones, las cuales representan casi el 60% de los incidentes de mordeduras de perros registradas, son además las más pobladas del país y con mayor concentración urbana. 
 

Características del perro agresor 

Los datos obtenidos hacían referencia a todo tipo de accidentes por mordedura; 17.299 en total durante el periodo de estudio. No obstante, el objetivo de la investigación de la Dra. Barrios se centró en las mordeduras de perro, las cuáles representaban el90.48%del total de casos en los que la especie agresora fue identificada (7.220casos de los 17.299 registros).  

 

Respecto al tamaño del perro, la mayoría de los ataques registrados provino de perros medianos (41.05%). No obstante, y tal como los propios autores apuntan, es muy probable que un porcentaje de las mordeduras realizadas por perros de tamaño pequeño, al ser en general menos graves, no hayan requerido atención médica. Estos resultados coinciden con los de otras publicaciones. 

 

En cuanto a la raza del perro, el mayor porcentaje de las mordeduras provenía de perros mestizos, seguido por las mordeduras de perros de raza Pastor Alemán(55,99% versus un 8,50%). Los autores destacan que, de las 73 razas caninas asociadas con mordeduras, sólo 6 correspondieron a razas catalogadas como PPP (Perros Potencialmente Peligrosos).

 

Sobre la víctima y el lugar de la agresión 

El presente trabajo tuvo en cuenta dos variables especialmente significativas en lo que se refiere a la residencia del animal: 1) la situación del animal en cuanto a quién era su tutor o tutora y 2) si el perro convivía con la persona agredida.  

 

De acuerdo con estos parámetros se encontró que algo más de la mitad de los perros (un 50,07%) no convivían con la víctima. Al analizar con más detenimiento estos datos, se encontró una relación estadísticamente significativa, que estableció que era más probable ser mordido por un perro no siendo su tutor/a, ni conviviendo con él. En general, más allá de si se convive con el perro o no, en la gran mayoría de agresiones (un 74,51%), el perro no pertenecía a las víctimas.  

  

A diferencia de otros estudios realizados, los datos del trabajo de la Dra. Barrios y su equipo indican que el mayor número de mordidas se produjeron en el domicilio del perro agresor (57,50%). A este número le seguían los ataques en los espacios públicos, con un porcentaje destacablemente menor (31,91%). 

  

Otro dato interesante que nos ofrece el estudio es que la mayor parte de las personas agredidas eran hombres. Este resultado, que coincide con otras publicaciones, parece sostenerse en el tipo de manejo (en el caso de los hombres adultos) y a relaciones más impulsivas (en el caso de menores de género masculino), en comparación con las mujeres. En cuanto a la edad, la franja de edad que había recibido más ataques por mordedura se situaba entre los 40 y los 64 años. Este resultado sorprende si lo comparamos con resultados de otros estudios, inclusive el de la propia Dra. Barrios de 2009, en los que las mordeduras en niños destacan por encima de cualquier otra franja de edad. Bien es cierto, no obstante, que si sumamos los casos de mordeduras de las diferentes franjas de edad en menores (de 0 a 4 años, de 4 a 9 años y de 9 a 14 años),se confirma que los niños menores de 14 años tienen mayor probabilidad de ser agredidos por un perro. Aun así, no hay que perder de vista el relevante dato de la elevada tasa de mordeduras que aparece entre los hombres de 40 a 64 años.  

  

Por último, se evaluó la estación en la que ocurrían los incidentes; la mayor parte de las agresiones se producían en invierno (31,85%), seguido del otoño (23,28%), siendo el verano y la primavera las estaciones con menores porcentajes (22,91% y 15,95%, respectivamente).  

 

Interesantemente, estudios previos han obtenido resultados inversos, siendo la primavera y el verano las estaciones en las que se producen el mayor número de agresiones. Si se considera que los mayores porcentajes de las agresiones se sitúan dentro del domicilio, es de esperar que las estaciones de más frío, cuando se pasa más tiempo al interior de los hogares, sean las que reporten los mayores números de mordidas, de acuerdo con este estudio. 

  

En definitiva, la Dra. Carmen Luz Barrios y sus colaboradores hacen un interesante análisis de los factores que entran en juego en una problemática tan preocupante como es la de las mordeduras caninas. Problemática que, como hace notar el trabajo, se relaciona con las deficiencias en la tenencia responsable de los perros. Un problema que tiene serias repercusiones en el bienestar de las personas y animales, y en el medio ambiente; pilares esenciales del concepto Un Bienestar.   

 

 

Fuente:  

Barrios, C.L.; Bustos-López, C.; Pavletic, C.; Parra, A.; Vidal, M.; Bowen, J.; Fatjó, J. 2021. Epidemiology of Dog Bite Incidents in Chile: Factors Related to the Patterns of Human-Dog Relationship. Animals, 11, 96. https://doi.org/10.3390/ani11010096 

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