Claves Cómo prevenir mordeduras de perro: 

Consejos para el hogar y la vía pública

 

Inmab.
21 de octubre 2024

 

Las mordeduras de perro son un problema común que afecta tanto a los tutores de animales de compañía como a la comunidad en general(1,2). Aunque muchos las ven como accidentes aislados, la realidad es que la mayoría de las mordeduras pueden prevenirse con una combinación de educación, responsabilidad y comprensión del comportamiento animal(3).

 

Tanto en el hogar como en espacios públicos, las interacciones con perros requieren una atención especial para garantizar la seguridad de todos. Desde reconocer las señales que nuestros perros nos dan en casa, hasta saber cómo comportarse ante un perro desconocido en la calle, la prevención es clave para evitar situaciones de riesgo.

 

En este artículo, ofrecemos una serie de consejos prácticos para reducir el riesgo de mordeduras en dos contextos importantes: dentro del hogar y en la vía pública. El conocimiento es el primer paso hacia la convivencia responsable con nuestros compañeros animales.

 

Prevención de mordeduras en casa

 

En el entorno doméstico, es fundamental entender que incluso los perros más tranquilos pueden llegar a morder si se sienten incómodos, asustados o invadidos. Aunque muchas personas creen conocer a sus perros a la perfección, ciertos comportamientos pueden pasar desapercibidos y desencadenar situaciones de riesgo(4)

 

Una de las herramientas más poderosas para prevenir mordeduras es conocer el lenguaje corporal canino(5).

Ilustración cartoon de perros con distintas expresiones faciales, usada para enseñar el lenguaje corporal canino y prevenir mordedurasproblemas de agresividad

 

Los perros, al igual que los humanos, comunican sus emociones a través de su lenguaje corporal. Desde mover la cola hasta erguir las orejas, estas señales indican cómo se siente el animal en cada momento. Por ejemplo, un perro que gira la cabeza o se lame los labios puede estar mostrando incomodidad o estrés. Comprender estas señales es clave para evitar situaciones tensas que puedan derivar en una mordedura. Si quieres profundizar en este tema, puedes leer nuestro artículo específico sobre el lenguaje canino.

 

Además de entender el comportamiento de los perros, es crucial crear un entorno seguro en el hogar. Esto incluye respetar los espacios de los perros, evitando molestarles cuando están comiendo o descansando. A menudo, los incidentes ocurren cuando se invade su espacio personal en momentos en los que el perro necesita tranquilidad.

 

Asegúrate de que cada miembro de la familia, especialmente los niños, entienda la importancia de no acercarse al perro en estas circunstancias.

 

Ilustración de un perro junto a un cartel que indica no tirar de las orejas. Recomendación clave para prevenir mordeduras en el hogar. El respeto por el perro, evitar molestarle, es esencial para la prevención
Perro descansando en su cama en un hogar seguro. El respeto al espacio personal del perro es clave para prevenir mordeduras

La educación en casa es un pilar fundamental para prevenir mordeduras. Enseñar a los niños a interactuar de manera adecuada con los perros puede marcar una gran diferencia(5). Los pequeños deben aprender a no tirar de las orejas o la cola del perro, ni forzar interacciones físicas como abrazos o besos, que algunos perros pueden interpretar como invasiones de su espacio.

 

Crear un hogar donde se respeten los tiempos y espacios del perro es esencial para una convivencia armoniosa y segura. Un ambiente en el que los perros se sientan comprendidos y respetados reduce considerablemente el riesgo de mordeduras.

 Ilustración cartoon de un niño abrazando a un perro. Importancia de enseñar a los niños a interactuar de forma segura con los animales.

Prevención de mordeduras en la calle

 

Las situaciones en la vía pública también conllevan un importante riesgo de mordeduras(6,7) y pueden ser tan impredecibles como en casa, especialmente cuando se trata de interacciones con perros desconocidos. Ya sea que te encuentres con un perro suelto o uno acompañado por su tutor, es importante saber cómo actuar para prevenir incidentes. En la calle, los perros pueden sentirse amenazados o estresados por ruidos fuertes, multitudes o la cercanía de otros perros, lo que puede aumentar el riesgo de una mordedura.

 

Una de las reglas de oro es nunca acercarse a un perro sin antes preguntar al tutor. Incluso si el perro parece amigable, siempre es fundamental confirmar que la aproximación es segura antes de intentar interactuar con él. Muchos perros no se sienten cómodos con extraños y pueden reaccionar mal ante una caricia inesperada o una mirada directa(8). Evitar el contacto visual prolongado es clave, ya que algunos perros interpretan esto como un signo de desafío o amenaza.

Ilustración cartoon que muestra la importancia de no mirar directamente a los ojos de un perro para evitar provocar una respuesta agresiva.

Otro consejo esencial es mantener la calma si un perro suelto se acerca. Si bien puede ser instintivo correr o gritar, estos comportamientos solo aumentan la tensión en el perro. En cambio, lo mejor es quedarse quieto, con los brazos pegados al cuerpo, y evitar mirarlo directamente a los ojos. Esta postura, conocida como quedarse como un árbol(9), es una técnica efectiva para minimizar el riesgo de ataque. 

 

Sin embargo, si el perro llega a atacar, es crucial proteger las áreas más vulnerables, como la cabeza y las extremidades. En estos casos, se recomienda echarse al suelo y adoptar la postura de “hacerse una roca”(10), cubriendo la cabeza y encogiendo el cuerpo para minimizar las lesiones. 

 Ilustración de un niño en posición fetal, "hacerse una roca", técnica para protegerse en caso de ataque de un perro

Por otro lado, cuando salimos a pasear con nuestro propio perro, también es nuestra responsabilidad prevenir situaciones que puedan desencadenar una mordedura. El uso adecuado de la correa, el arnés y, cuando sea necesario, el bozal es esencial para tener el control sobre el perro en todo momento, especialmente en espacios públicos donde pueden encontrarse con otros perros o personas. 

 

Además, es importante evitar las interacciones forzadas entre perros, ya que no todos los animales disfrutan de la compañía de otros, y forzarlos a socializar puede generar estrés y comportamientos agresivos.

 

Socializar a tu perro de forma gradual y enseñarle a responder a comandos básicos es otra medida preventiva efectiva para evitar incidentes en la calle. La clave está en crear un ambiente donde tanto los perros como las personas se sientan seguros.

 

Conclusión

 

Prevenir mordeduras de perro no solo es una cuestión de proteger a nuestros animales de compañía, sino también de garantizar la seguridad de nuestra comunidad. Tanto en casa como en la calle, es crucial que los tutores comprendan el comportamiento canino y adopten medidas preventivas. La educación, el respeto por los espacios del animal, y la interacción segura con perros desconocidos son pilares fundamentales para evitar incidentes.

 

Recuerda que, al crear un entorno donde los perros se sientan seguros y comprendidos, no solo estás protegiendo a los demás, sino también mejorando la calidad de vida de tu propio compañero peludo. Si deseas profundizar en estos temas, te invitamos a descargar nuestras infografías y explorar más recursos en nuestra web. 

 

¡La prevención es la clave para una convivencia armoniosa entre humanos y animales!

 

Referencias:

 

  1. Barrios, C. L., Bustos-López, C., Pavletic, C., Parra, A., Vidal, M., Bowen, J. y Fatjó, J. (2021). Epidemiology of dog bite incidents in Chile: Factors related to the patterns of human-dog relationship. Animals, 11(1), 96.
  2. Campagna, R. A., Roberts, E., Porco, A. y Fritz, C. L. (2023). Clinical and epidemiologic features of persons accessing emergency departments for dog and cat bite injuries in California (2005–2019). Journal of the American Veterinary Medical Association, 261(5), 723-732.
  3. Baatz, A., Anderson, K. L., Casey, R., Kyle, M., McMillan, K. M., Upjohn, M. y Sevenoaks, H. (2020). Education as a tool for improving canine welfare: Evaluating the effect of an education workshop on attitudes to responsible dog ownership and canine welfare in a sample of Key Stage 2 children in the United Kingdom. PLoS One, 15(4), e0230832.
  4. Demirbas, Y. S., Ozturk, H., Emre, B., Kockaya, M., Ozvardar, T. y Scott, A. (2016). Adults’ ability to interpret canine body language during a dog–child interaction. Anthrozoös, 29(4), 581-596.
  5. Meints, K., Brelsford, V. y De Keuster, T. (2018). Teaching children and parents to understand dog signaling. Frontiers in Veterinary Science, 5, 257.
  6. Khan, U. R., Soomar, S. M., Ghazi, S. M., Naeem, R., Kerai, S. y Jamali, S. (2023). Epidemiological pattern and management of dog bite injuries in Karachi, Pakistan: A cross-sectional study. Injury, 54, 110473.
  7. Yılmaz, S., Delice, O. y Yılmaz, S. İ. (2023). Epidemiological characteristics, seasonality, trends of dog bite injuries, and relationship with meteorological data. Annals of agricultural and environmental medicine, 30(2), 229-234.
  8. Presutti, R. J. (2001). Prevention and treatment of dog bites. American family physician, 63(8), 1567-1573.
  9. Doggone Safe. (s. f.). Doggone Safe Programs. En https://www.petprofessionalguild.com/programs/doggone-safe/doggone-safe-programs/#:~:text=The%20Be%20a%20Tree%20program,their%20dogs%20and%20strange%20dogs.
  10. Giedt, E. J. (s. f.). Oklahoma State University: Canine Bite Prevention. En https://extension.okstate.edu/fact-sheets/print-publications/vtmd/canine-bite-prevention-vtmd-9125.pdf
Fotografía de niños paseando perros al aire libre de manera segura, representando la importancia de la socialización y la responsabilidad en la tenencia de mascotas

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